26 junio 2013

Castillo de Bayuela… o del Valle de Alá

Cuando voy con Miguel a escalar no solemos acercar mucho el coche a los sectores, sin ir más lejos hoy lo dejamos en la plaza del pueblo, esto conlleva una aproximación algo más larga de lo normal pero también más interesante, aparte de que esto nos sirve también para calentar.
Según subimos al sector, por las empinadas callejuelas del pueblo, se nos ocurre comentar… de donde vendrá el nombre del pueblo, si aquí no hay ni siquiera un castillo, aunque como es lógico debería haberlo. ¿Dónde andará?
Nuestra conversación es escuchada por un lugareño de fino oído que anda trabajando en su huerta azada en mano.
  • Buenas, las ruinas del castillo están allá arriba, encima de aquellos lanchares blancos, nos dice señalando con la vista.
  • Gracias, igual nos acercamos a ver, le contestamos.
Me quedé intrigado, pensé que teníamos que haber charlado un poco más con este buen hombre. La falta de esa conversación y quizás también la cuesta, dio paso a un bullir de imaginación en mi cabeza, empecé colocando el castillo encima de los lanchares blancos y acabé imaginando fantásticas aventuras de castillos, dragones y doncellas… pero mejor bajo de las nubes, y cuento lo que averigüé del asunto cuando llegué a Madrid.
En cuanto al castillo, cuentan que por aquí hay asentamientos, con sus respectivos muros, desde el neolítico. Las tribus y civilizaciones, que a través de la historia pasaron por estas tierras, lo fueron ampliando, reformando o destruyendo según necesidades de asalto y conveniencias de protección.
Siguiendo con la búsqueda me enteré también de que el nombre del pueblo viene de la época de la dominación árabe. Cuando llegaron los árabes se quedaron tan fascinados por la riqueza y fertilidad de este valle que lo llamaron El Valle de Alá. Me imagino que poco a poco el nombre lo debieron ir modificando los del “otro bando”, hasta quedarse en Bayuela, que debía ser como sonaba al recio oído castellano.
Con esto el Valle de Alá, junto con su castillo, pasó a llamarse Castillo de Bayuela. ¡Curioso verdad!

En el siglo XX, ya con el castillo en ruinas, sus asaltantes cambiaron escalas por cuerdas y mosquetones, armaduras y cotas de mallas por arneses, y lanzas y espadas de hierro por dedos de acero. Las inexpugnables paredes, que en su día sirvieron de defensa, eran asaltadas por jóvenes guerreros y recias doncellas. Una de esas doncellas quedó inmortalizada en una conocida revista deportiva de la época. Habían abierto una dura vía en un sector conocido como la Trompa, y la encantadora lozana había conseguido repetirla. Aquellas imágenes quedaron grabadas en la mente de un joven; con el paso del tiempo su cerebro se encargó de ir mutando esas imágenes en sueños.
A pesar de haber hecho ya miles de vías, muchas incluso superior en grado, aquel joven, no ha podido conseguir hasta hoy, pleno siglo XXI, realizar aquel sueño, subir por uno de los inexpugnables caminos de asalto de siglos pasados, que me sospecho que ni vettones, ni musulmanes, ni cristianos vigilaban, pues suponían que subir por allí era imposible.

 Miguel en Mutando en moto, 6c+
 Miguel en Mutando en moto, 6c+
Frente a la vía
El resto de la actividad que hicimos el pasado sábado 22 de junio de 2013 (siglo XXI) :), aunque no tienen tanta historia, es digno de mención, siete vías de hasta 6b.
Hoy, esta actividad, queda ensombrecida por la alegría de un rostro y el brillo de la felicidad en unos ojos, al haberse hecho realidad un sueño.

19 junio 2013

Valgallegos, II

Hoy eligen roca los colegas del rocódromo, sinónimo a decir que toca escalada de cacho. No es que me disguste escalar en caliza, hoy concretamente calcoarenisca,… ¡Barro, como diría algún amigo! :) Lo que pasa que las escuelas que tenemos en las cercanías de Madrid de caliza o similar, están casi siempre saturadas, y no termino de llevar bien eso de pedir turno para escalar, para evitar las aglomeraciones, o al menos intentar evitarlas, elegimos una escuela no muy conocida, Los Cuchillares de Valgallegos.
Jose
* * *
Domingo 9 de Junio. Hasta hace poco Valgallego era prácticamente desconocido, secretivo diría yo, pero poco a poco las redes sociales y el boca a boca lo van dando a conocer.
El problema de esta escuela es que es muy pequeña. En el primer cuchillar, aunque nunca he escalado, a simple vista y sin salir del camino, se ven cuatro o cinco vías, la del espolón y el resto a la vuelta de este. En el segundo y último cuchillar conozco trece vías, por lo tanto caben pocas cordadas, y nosotros aunque formamos cuatro decidimos ir allí por cambiar un poco de aires… a ver si no encontramos mucha gente, pensaba.
Malas noticias, cuando llegamos al primer cuchillar vemos que la vía del espolón ha sido desequipada…?!
Hasta que no vemos el manojo de vías de iniciación del segundo cuchillar no nos relajamos, parece que no han tocado la equipación. Aun así veo a las vías raras, el primer vistazo que echo me resulta extraño, noto la pared distinta a como la recordaba, el agua caída estos últimos meses ha hecho que la vegetación crezca y sea incluso hasta exuberante. Al principio agobia ver tanto matojo, y tanto liquen naranja y negro, pero al rato te acostumbras e incluso agradeces verlos, dan sensación de frescura y no entorpecen la escalada.
Javi (roca tipo Patones)
Entre la vegetación

Sin más miramientos nos dedicamos a trepar en las cinco primeras vías, que son relativamente fáciles, yo diría que cogiéndoles el truco a las vías, que tienen algunos, andarán entre el IV+ y el 6a. Ojo, la primera chapa de la vía central, aunque resulta fácil, aleja.
Foto Jose: Peri
José Luis
Eloy
Foto Jose: Javi (abundan los líquenes naranjas)
José Manuel

Cuando acabamos con ellas nos subimos a la parte alta, donde tras pasar por una zona intermedia con tres vías de desigual equipación y exposición, aparecen otras cinco vías.
Vía de químicos (zona de arriba), tras de mí David en la central
David se mete en la central, ve la exposición de aproximadamente M2, y se baja a por un manojo de fisureros que por suerte ha traído Javi. Mientras, equipo la segunda vía de químicos, me resulta la más complicada del día, igual es de 6b.
David, (en la cuarta, por arriba desploma)
Se nos acaba el tiempo, llegó la hora de volvernos a Madrid,… por supuesto tras avituallarnos en el pueblo.

Nota: Si no quieres repetir vías, Valgallego solo da para una visita, la mayoría de ellas están en el último cuchillar. Los cuchillares de Valgallegos son un entorno frágil, por favor, cuídalo y llévate tu basura.

12 junio 2013

Sector Oriental de Peña Muñana, Cadalso de los Vidrios

La última vez que anduvimos por el Lanchón de los Bueyes, unos chavales de Toledo nos comentaron que había un sector nuevo algo más al este, semanas más tarde nos enteramos de que Braulio había colgado ya los croquis en su web, había bautizado al nuevo sector como “Sector oriental”. Hoy, a pesar de las amenazas de lluvia del cielo, hemos disfrutado en sus vías.
Miguel en Cadalso de los Vicios, 7a

* * *


Sábado 8 de junio. Cada vez que vamos a un sector nuevo tenemos extrañas sensaciones que no sé muy bien cómo explicar, no sé lo que sentirá Miguel, pero lo que se ve en su rostro no es precisamente indiferencia. Lo que siento yo es parecido a lo que sentía en mi infancia el día de reyes antes de ver los regalos, una mezcla de ilusión e incertidumbre, parecido a lo que siento hoy en la marcha de aproximación a este nuevo sector.
Tras pasar por el Lanchón y seguir hacia oriente, por un camino un tanto cerrado pero bien hitado, llegamos al nuevo sector, es el momento de abrir “nuestros regalos”.
Aunque el pie de vía no es tan cómodo como en el Lanchón, las vías tienen su mismo sello, tremendas placas de granito, algunas de ella cubiertas parcialmente por denso musgo, tras dar un rápido vistazo y sin perder mucho tiempo en la contemplación, nos preparamos y empezamos.



Mezcla de las dos primeras vías que hicimos, V+ y 6a+

Las dos primeras vías que hacemos las mezclamos, yo creo que por las prisas, es decir, entramos por una y salimos por la otra, y luego al revés, entramos por la otra y salimos por la una. Tras estas dos primeras y después de echarle un par de vistazos más a los croquis, empezamos a aclararnos, hacemos la de la derecha a estas dos, “Casarrubuelos team”.

Casarribuelos Team, 6a

Terminada esta nos desplazamos a un paño rosado que hay algo más a la derecha, aquí hacemos un par de vías más en una zona bien cepillada, una vía sin nombre que marcan como el nº 20, y la de al lado, “maquinando” de 6b+, este grado, aparte de la fina entrada, se lo debe dar un duro mostrador sobre romos.
Miguel bajo el mostrador de Maquinando, 6b+

El mostrador es exigente y te hará sacar lo mejor de tu técnica, tras esta vía, animo a Miguel a que se meta en una vía dura, Cadalso de los vicios, se llama, de 7a.
Miguel en Cadalso de los Vicios, 7a

Cuando termina Miguel, nos metemos en la última, La Picantona, 6b, según llega al descuelgue Miguel empieza a chispear.
Es mi turno, decidimos que la limpie en top pues la roca no va a aguantar mucho seca. Aunque escalo deprisa pues la lluvia va en aumento, no me da tiempo a hacerla entera, cuando llego a una vira negra que hay casi al final de la vía, me es imposible progresar, el agua ya baja por ella, he de acerar la última chapa y rematar la vía a base de tirar de la cuerda, así consigo llegar arriba y desequipar rápido la vía. Aunque no la he disfrutado al 100%, podemos decir que es de las mejores que hemos hecho por aquí, incluyendo las del lanchón, totalmente recomendable, es una vía cinco estrellas. De esta no hicimos fotos pues llovía. Pensamos repetir, aunque sea solo por hacer esta vía, el viaje bien vale la pena. ¡Gracias por las vías, Braulio, Coke and cómpani!

Cómo llegar: Pasado el Lanchón de los Bueyes, que aquí pongo como se llega, seguir el camino de hitos que va al este, unos 15 minutos.

Croquis: En la web de Braulio.

Actividad realizada:
915. El delicado equilibrio del terror (vía 6), V+
916. Si luchas puedes perder (vía 7), 6a+
917. Casarrubuelos Team (vía 5), 6a
918. Sin nombre ¿? (vía 20), 6a+
919. Maquinando (vía 19), 6b+
920. La Picantona (vía 14), 6b
Aparte de estas Miguel se hizo “Cadalso de los Vicios, 7a”.

Nota: Sector equipado para deportiva orientado al sureste, se recomienda no subir en días de calor.

05 junio 2013

Placas de la ermita de Sta. Mª de la Cabeza, Toledo. II

A mediados de semana decidimos ir a trepar a Toledo, más concretamente al Sector Cabezas, que está situado junto a la ermita de Nuestra Señora de Sta. María de la Cabeza. Como viene siendo ya habitual en estos últimos meses, según avanzaba la semana iban dando peor tiempo, incluso el viernes, para la tarde del domingo, ya daban alerta naranja por lluvias por aquella zona, aun así decidimos no cambiamos de planes, pues pensamos que en caso de que se pusiera a llover teníamos otras alternativas en la ciudad, sobre todo gastronómicas. Además, teníamos claro que el sector tiene fácil aproximación, ya que está cerca del aparcamiento y en caso de lluvia podíamos salir corriendo,... aunque eso no nos quedó muy claro en el viaje de ida.
Mamatocúmulos

* * *
Domingo 26 de mayo, a mis amigos les había puesto sobre aviso de los famosos “cactus asesinos” que rondan en las inmediaciones de la ermita, los hay por todos lados, incluso entre las propias vías, les deje dicho, por lo que pudiera pasar, que metieran en el macuto las pinzas de depilar de su madre, novia o abuelita, por supuesto que mi observación no fue tomada en serio, las pinzas no se las llevó nadie.

La ermita defendida por los cactus
Las espinas atraviesan los zapatos
Para colmo nuevamente se cumplió la Ley de Murphy,… si hay dos caminos elegirás el peor, efectivamente, para la aproximación elegimos el que más cactus tenía, los afectados por los pinchazos de cactus fuimos el 100% de la expedición, y en la mayoría de los casos por partida doble, triple, cuádruple,… acabamos como los monos en los documentales, quitándonos piojos los unos a los otros,... quiero decir las espinas, incluso alguno se tuvo que bajar los pantalones para que el compañero, de una manera casta por supuesto, viera si le quedaban alguna espina en las cercanías de las corvas. :)
Tras la desafortunada aproximación, que no vino mal del todo pues dos de los expedicionarios son biólogos, y ya puestos, aprovecharon para hacer un breve trabajo de campo, por fin llegamos a pie de vía. Después de las risas y las maldiciones correspondientes nos pusimos a escalar.
 Peri
 Javi
Jose
 Como diría Carlos Sobera: Arriba... Javi, abajo... yo
 El grupo
Peri
Tras calentar en un par de quintos toledanos se metió el calor, y con este picando más que los cactus, se nos ocurrió subir un poco el grado, nos metimos en un 6c que terminamos acerando, pues la roca estaba ya demasiado caliente y los gatos se deslizaban con una pertinaz suavidad, imposible mantenerlos en adherencia, así que volvimos al quinto toledano y rematamos con otro par de vías con generosas ñapas y variado regleteo, terminadas estas y “animados” por las extrañas y amenazadoras nubes que había en el cielo, decidimos dar el día por terminado en lo que se refiere a la escalada.
Vista del río y de la escuela
Rematamos el viaje con unas cervecitas y algún que otro producto de la tierra en la correspondiente terracita.
No he podido resistirme a poner esta curiosa foto que siempre me ha llamado la atención, es de Vlady,.
Foto Vlady

Cómo llegar: Lo describo en el post de mi visita anterior de Toledo, pincha aquí, de todas maneras el camino bueno es el que sale junto a las casetas de los focos que alumbran Toledo, si no las ves al inicio de la bajada es que vas por “el mal camino”, os recomendamos no empezar a bajar hasta que no los tengas localizados.
Repito, se baja por el camino que sale al lado de las casetas de los focos.

Croquis: Este está sacado del blog de David Resino, paralelo 66, si buscas en él encuentras más croquis de Toledo. ¡Gracias David!
Actividad realizada: La marco en el croquis, (29) el 6c es acerable, (por su izquierda hay cactus).