Psicobloc, Javea

Toda mi infancia la he pasado cerca del mar, he crecido junto a él, lo he disfrutado y por que no decirlo, pese a ser un apasionado de la montaña, necesito ver el mar todos los años.
Recuerdo que al venirme a vivir a Madrid, y aun sabiendo que no lo iba a encontrar, instintivamente lo buscaba con la mirada, me agobiaba no ver el mar. Ya desde muy pequeño, mientras mis amigos se dedicaban a bucear, o a jugar con la pelota, a mis hermanos y a mi nos gustaba meternos entre los verdes acantilados y los tranquilos rompeolas, no sabía que ese gusto tenía nombre hasta que hace pocos años oí la palabra Psicobloc.

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Creo que la mejor manera de comenzar de nuevo con la montaña, la más lógica y la más agradable, tras un verano de sol, playa y mar, es practicar el psicobloc, une ambas actividades… mar y escalada.
El acantilado debe de reunir ciertas cualidades, mar tranquilo, fondo profundo y paredes con al menos ligeros desplomes.
Con esto nos fuimos Nell, Vlady y yo el día 20 de agosto a Javea, donde nos esperaba Damian, hermano de Nell, fuimos a practicar, en mí caso por primera vez, el psicobloc.

Foto: Escena típica de caravana de verano

Disponemos de dos días, el lugar elegido para el primero es la cala de Moraig.

Cala de Moraig

Foto Vlady: El acantilado está al fondo de la playa

Uno se siente extraño andando por la playa con los gatos en la mano entre tanto veraneante y tanta barquita, y más si estás acostumbrado a andar por el montes lejos de tanto agobio, pero cuando tus manos tocan los acantilados todo lo que te rodea pasa a un segundo plano, estás solo tú y la roca, ¡Ah! Y el mar allá abajo.

Vlady “psicobloqueando”

Foto Vlady

Una de las cosas que tienes que tener clara cuando practicas el Psicobloc, es que lo más seguro termines en el agua, ya sea porque caes o por que te tiras, conviene pues saber tu distancia optima de caída, en mi caso cayendo bien ya me hago daño desde los nueve o diez metros, así que no me gusta subir más de seis ya que puedes tener una caída inesperada que te haga entrar en el agua de mediolao’.

También hay que contar con la salida, hay que buscar una buena para volver a subir al acantilado, en nuestro caso el primer día, para la vuelta a tierra, utilizamos un cordino lleno de gazas que llevo Vlady y que anclamos en un puente de roca.

Video Vlady... El chapuzón :)

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El segundo día lo pasamos en las cercanías de la cala Ambolo.
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En definitiva el psicobloc es una actividad ideal para los amantes de playa y bloque.

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Croquis: Por la red hay algunos, como por ejemplo este.

Magnesio: La gente que utiliza magnesio lo lleva, además de en las manos, untado en hombros y antebrazos, está claro que las magneseras no son útiles.