20 septiembre 2013

El Charco de la Foca

Hoy vamos a Emburriaderos, un bonito y agradable sector cerca del Puerto de Navacerrada. Por fin subo a escalar después de mucho tiempo sin hacerlo,... a ver qué tal se da el día. En la subida al sector me vienen recuerdos de la melancólica Irlanda, lugar donde he pasado unos días de vacaciones.
Allí hubo una cosa que me llamó poderosamente la atención y quiero dejar reflejada en este blog, aunque no sé si seré capaz de relatar la sensación, pues esta entra mejor por los poros que por las palabras.
Un día nos acercamos a Wichlow, un pueblecito al sur de Dublín, nos apetecía conocer el ambiente de un pueblo marinero irlandés y este fue el elegido, más que nada por su cercanía, pues disponíamos solo media jornada para la visita.
La tarde era gris y las nubes desprendían una suave y fina lluvia, lo típico por aquí, el día bien podía reflejar o personalizar la tristeza. Al acercarnos al muelle vimos que, junto a unos pescadores, merodeaba a sus anchas un buen ejemplar de foca gris.


La descarada foca se acercó al muelle, más concretamente a los chavales que rodeaban a los pescadores, a sabiendas de que algo de comida iba a recibir, efectivamente algo caía al mar y allí andaba nuestra insaciable y oronda amiga pidiendo más y más. Fue batir las palmas uno de los chavales, en señal de que por aquí no había más que rascar, y salir la foca con gráciles movimientos mar adentro. Me sorprendió la soledad que podía aguantar este simple y alegre animal en un lugar para mi tan frío e inhóspito, sobre todo cuando la perdí de vista entre las lejanas y rizadas olas. No pude evitarlo, mentalmente comparé la imagen con la de un solitario alpinista perdido en la inmensidad del Himalaya o como el de un aventurero en busca del polo en mitad de la banquisa ártica.
Cuanto ego nos sobra a los humanos que vamos de aventureros y cuanto tenemos que aprender de los otros seres con los que compartimos planeta.

* * *

Aquí en España el día es excepcional, nada que ver con la desapacible Irlanda. Como no voy atento y soy el único que conoce el sector, damos algún que otro rodeo antes de llegar a pie de vía, es lo que tiene andar con la mente en otro sitio.
Eloy

Al ir seis podemos formar tres cordadas, a mis amigos les indico un par de vías con parabolts para calentar, yo me pido una de casi treinta metros que está semiequipada con dos parabots y un viejo buril con chapa casera, he subido los friends y quiero quitarle las telarañas a las fisuras, más que nada por practicar un poco, pues hace tiempo que no lo hago.
Salgo contento, pues friend que elijo a ojo, friend que entra a la primera, y encima todos quedan a cañón.

Lorena, en la vía de los friends

Completamos el día con unas cuantas vías más, donde podemos disfrutar del granito alpino de Guadarrama.
 Peri


Jose probando un 6b

Estamos encantados con el día que hemos tenido, y aunque hemos disfrutado de lo lindo, la actividad no tiene nada que ver con la aventura una foca que vaga en solitario por medio del atlántico norte, para ella esto sería un simple charco de agua.



P.D. Si quieres más detalles de este sector pincha en la etiqueta de Emburriaderos, que hay arriba a la derecha.