Volvemos
a tener nubes negras por techo, hoy tampoco veremos el azul del
cielo, pues dan agua por todos lados. En nuestras mochilas metemos
paraguas, chubasqueros y ropa de recambio, pero como ya conocemos los
caprichos de los dioses de la lluvia, y lo bien que seca el granito
por aquí, también metemos cuerda, cintas, gatos y el resto del
equipo personal, no sería la primera vez que sacamos algo de un día
malo. Robar, o intentar robar un día al mal tiempo siempre produce
cierta satisfacción, aquí no cuento la satisfacción que da el día
siguiente cuando se lo cuentas a tus amigos, que se han quedado en
Madrid haciendo de todo menos escalar. :)
Quizás
seamos algo inconscientes al subir a trepar un día como hoy, sobre
esto opino que hay varios tipos de inconsciencia,… pero eso mejor
lo voy contando en el transcurso del relato, en el transcurso del
día, que fue donde me surgió la idea.
Arco iris sobre la plaza del pueblo (Foto realizada con el móvil)
* * *
Subiendo
por la cuesta de casa Julián vemos el suelo seco y aunque las nubes
amenazan con descargar en cualquier momento, decidimos ir a La Placa
de Emilio, un sector de fácil acceso y retirada rápida, en vez de
tirar por el camino que va a Canto Cochinos, donde hay más
posibilidades de rutas alternativas de pateo bajo paraguas.
Llegamos
rápido a pie de vía, le damos un rápido vistazo al sector, vemos
que quitando algunas zonas de musgo las vías están prácticamente
secas, incluso las que empiezan bajo la encina, que suelen estar
impracticables en días como estos.
Nos
preparamos pensando… a ver si por lo menos podemos hacer un par de
vías antes de que llueva, las de ganarnos los vinos les llamamos.
Aunque
sigue negro parece que de momento el cielo aguanta.
Miguel en la primera, Anita Pirata
Cuando
tenemos ganados los vinos, Miguel también el aperitivo, pues está
escalando con zapatillas, aparecen bajo nosotros un par de chavalas
jóvenes preguntando por La Placa del Emilio, es esta le decimos.
Preguntan
por vías fáciles y le aconsejamos que se ponga a nuestra izquierda,
nosotros estamos barriendo el paño de izquierda a derecha y ya hemos
dejado libres las dos primeras.
Estoy
por preguntarle: ¿Cómo venís un día como hoy, con lo que va a
caer? Pero mejor me callo, pues nos pueden contestar con el evidente…
¡Y vosotros que!
En
fin, hoy nos hemos reunido a pie de vía… Los inconscientes. Unas
con la inconsciencia que da la juventud, y otros con la inconsciencia,
creemos que controlada, que da la veteranía.
Seguimos
barriendo a la derecha, siempre mirando de reojo al cielo y a
nuestras compañeras de paño, que de vez en cuando piden algún que
otro consejo, y allí estamos Miguel y yo al quite,... no iba a ser
menos.
Miguel en Los Amigos de Diana
Llegamos
a la vía Los Amigos de Diana, dicho de otra manera, al 6c+. Por fin
Miguel se pone los gatos y… encadena, que tío me digo, a ver si
suena la flauta en mi caso. Me calzo los gatos, me encuerdo y… nada, no suena, lo único que suena es mi gato izquierdo que acaba de
“petar” al tercer pegue, me miro la planta y veo que en la
puntera cuelga un trozo de goma, enganchado por un borde a un pequeño
agujero, en fin, otro día será, acero el paso y remato la vía.
Caen
cuatro gotas pero seguimos con la bonita vía de la veta blanca, me
recuerda a la Trocha Palomo de Galayos, la vía sale bien a pesar de
que el gato no va ya en las mejores condiciones.
Caen
cuatro gotas más pero decidimos terminar las dos vías equipadas que
nos quedan a la derecha.
Terminadas estas, Miguel
cuenta las vías que hemos hecho, once, a unos veintitantos metros
cada una,… casi 300m, ¡No está mal para un día como hoy!
Solo
nos dejamos dos, precisamente las dos en las que hay que utilizar
friends, una vía de Emilio Delgado, Cinco Estrella de V+, y una
variante de la Tortu que abrió Vlady no hace mucho, (Variante Vladimir Bustóf, V+), y que cierra el paño por la derecha.
Tras
un día robado al mal tiempo, los cuatro inconscientes, las
inconscientes, y los conscientes de nuestra inconsciencia, tomamos
juntos el camino de bajada, pues empieza a llover. Aquel día, el
último domingo de septiembre, no vimos a nadie más escalando en la
zona del Tranco, bueno si, vimos a unos cursillistas en la placa del
Kanalla, a saber que estarían aprendiendo un día como hoy, jajaja,…
¿La inconsciencia?
Cómo
llegar: Una vez aparcado el coche en el Tranco, subir por la
escalera-rampa que hay a la derecha de casa Julián, terminada la
primera cuesta girar a la derecha, cruzar una puerta y seguir. Pasado
el indio aparecerá la placa de Emilio, unos 20 ó 30 minutos.
Croquis:
El sector es muy popular y lo tienes en varias guías, en la de Luis Santamaría, en la de David A. Zapata - Ignacio Luján y en la de
Tino Núñez.
Nota:
He dicho La Placa de Emilio, a pesar de que en todas las guías que
conozco le llaman la Placa del Emilio. Conozco a su principal
equipador, Emilio Delgado, desde hace ya muchos años y sé que no le
gusta el extendido nombre de La Placa “del” Emilio, si lo piensas
suena despectivo, aunque seguro que no hay mala intención.
Buenos recuerdos me trae esa placa, porque fue al primer sitio donde fui "por mi mismo" a escalar... y el primer sitio donde aprendí lo que es un cerillazo.
ResponderEliminarVer a Miguel subir en zapas por donde en aquel momento era incapaz de subir con los flamantes gatos nuevos motiva a los matadetes como yo... seguro que las chicas también se quedaron flipando.
Saludos!
Que tal Juan Luis!
ResponderEliminarA mi también me trae muy buenos recuerdos ya he contado algo.
Hasta yo flipe viendo como agarraban las zapas de Miguel.
Saludos
Qué hay Antonio!
ResponderEliminar300m!!! Madre mia!
Hay que comprarse zapatillas Fiveten ;)
Salu2
Hola Vlady, ya ves, en un día que nadie apostó por escalar sacamos una buena partida de vías. Más que las zapatillas yo creo que influye el quien las lleva... ya conoces a Miguel.
ResponderEliminarSaludos
Hola Antonio,
ResponderEliminarSoy una de las dos inconscientes, la verdad es que lo pasamos muy bien ese día y teníamos la pedriza para nosotros solos!
Muy bueno el blog, tenía razón Miguel :-)
Un saludo!!
Hola que tal!
ResponderEliminarMiguel que me hace muy buena propaganda.
Me quedé con ganas de haceros alguna foto para subirla al blog, sobre todo una, que se me escapó, cuando teníais una cabra montesa por arriba.
A ver si nos vemos en otra!
Besos