Por ejemplo, recuerdo un viaje a Picos de Europa, tenía reciente haber pasado el COVID, y mi flojera, con un macuto lleno de hierros y cuerda apenas me permitió llegar al refugio del Urriellu, buena pájara me dio aquel día. El plan era subir por la Vía Cepeda al Picu, pero solo tuve fuerzas para llegar al refugio, dar unas vueltas por allí y compartir algunas cervezas con mis amigos.
Recuerdo también mis viajes a Patones, iba mas que nada por salir a la sierra y compartir el día con mis amigos patoneros, aunque no todo el rato, pues mientras ellos trepaban yo me dedicaba a darme una vuelta por allí, las Cárcavas, Patones de Arriba y alguna que otra marchita fueron mis objetivos... Bueno si, un día mi hija quiso escalar en Patones, y allí estaba yo en plan macho alfa dándolo todo.
Otro de mis sitios habituales era el Gusarapo de la Pedriza, sector en el que siempre me he encontrado cómodo, debido quizás a su grado amable o a la poca exposición de sus vías, siempre lleno de gente, pero no tanto si vas entre semana.
Quitando algunos pateos más por la Pedra, me he dedicado más a "la resina", por mantener algo la forma, más divertido que un vulgar gimnasio y es como la metadona para los escaladores.
En fin, ahora que tengo mas tiempo, a ver si puedo dedicarle algo a este bendito blog.
P.D. Casi se me ha olvidado dar de alta las entradas, 😒.
Que tal Antonio.
ResponderEliminarEncantado de leerte de nuevo.
Un abrazo.
Elmusgonuncaduerme.
Hola, a ver si sigo con él, ahora que ando con más tiempo.
ResponderEliminarUn abrazo.