14 septiembre 2011

Valles de Ansó y Echo (o Hecho)

El plan lo teníamos prácticamente definido, andar por valles con encanto, subir unos cuantos picos y disfrutar de un largo fin de semana entre amigos haciendo montañismo, pero por si acaso metimos cascos, arneses, una cuerda de 70 y demás chismes de escalada. Gracias a eso, además de pisar cumbres, pudimos darle un tiento a las placas calizas de Linza, divertirnos en las paredes del refugio de Gabardito y ya que nos cogía de paso, hacernos un simbólico largo de deportiva en Riglos, nos salió un fin de semana de esos de recordar.

Foto Dani: El Midi visto desde el Bisaurín

* * *

Después de una buena noche en el hostal Castillo de Acher de Siresa, ponemos rumbo al valle de Ansó, no madrugamos mucho pues la semana ha sido dura para algunos y nos lo tomamos con calma, llegamos al refugio de Linza a eso de las 10 y a las 10:30 ya estamos subiendo hacia el Petrechema (o Petrachema o Petretxema... según gustos), hemos elegido este pico de corta y fácil subida para ver que tal andamos de fuerza y ritmo, igual tenemos los cuadriceps atrofiados de la inactividad, la subida es buena y progresiva, pronto llegamos al collado de Linza, lugar que me trae muy buenos recuerdos.

Collado de Linza, a la derecha el Petrechema

Desde allí ya podemos ver, además de nuestro pico, la Mesa de los Tres Reyes y el resto de las moles calcáreas que lo rodean, continuamos ruta por la definida senda.

El Petrechema

La cumbre está cerca, ya solo nos falta un giro a la izquierda, un poco de sendero pedregoso, cresta y cumbre.

Dani, Esther y Lidya
Foto Dani: Oteando la ruta de bajada

Parte de las agujas de Asabère

Después de compartir cumbre decidimos bajar por el collado del Petrechema (o Puerto de Ansó), allí paramos un poco para tomar un tentempié

Foto Dani: Pico Sobarcal y Mallo Acherito

De allí ponemos dirección a las Foyas del Ingeniero, es más bonito que por donde hemos subido, encima haremos ruta circular con lo que mís amigos podrán descubrir un curioso valle que entremezcla en su suelo, viejos y retorcidos troncos secos con pedrera, si no fuera por los árboles y estos troncos secos bien podríamos decir que estamos en Picos.

Foyas de Ingeniero

El pedregoso camino se suaviza y se interna en un fresco hayedo, pronto llegamos a Linza, tras la cervecita de rigor ponemos rumbo a Gabardito.

Pero nada más arrancar el coche vemos a nuestra izquierda unas plaquitas de caliza, en ella hay un matrimonio con un par de niños escalando. Cambiamos de planes, vamos a darle un rápido tiento a esas placas. Nos hacemos una vía y para Gabardito corriendo, que tenemos cena a las ocho y todavía tenemos que ducharnos.

Foto Dani: Caliza pura en excelente estado

Refugio de Gabardito, hora de la cena

Sabado 10, hoy nos toca la marcha más dura del fin de semana, el Bisaurín con esa temible y convexa pala final de 600 m de desnivel, que no te deja ver la cumbre hasta que estás en ella, todavía me duelen los entresijos por haberme hecho esta pala en invierno, hace unos años, con nieve casi hasta la rodilla, quizás por eso sigo dándole el calificativo de temible.

El Bisaurín

Antes de llegar a ella nos metemos por suaves praderas llenas de caballos, vacas y algún que otro buitre dándose el festín con la carroña.

Camino del Foratón
Subiendo al Col. del Foratón, al fondo la sierra de las Cutas

En el collado del Foratón se suele descansar y tomar algo antes de los últimos 600 m de desnivel, insto a mis amigos de parar un poco más arriba para hacer algo más suave el ventoso “repecho” final de este monte, tras comer algo tiramos para arriba… uno, dos, puff, tres, cuatro, repuff… hora y pico más tardes llegamos a la cumbre donde gozamos de vistas espectaculares.
El Castillo de Acher rodeado de extraños colores desde la cima del Bisaurín

No estamos tan mal de fuelle, en mi caso he subido a ritmo toda la cuesta prácticamente sin pararme.
Comemos un poco y para abajo, Gabardito nos espera con sus paredes llenas de llagas y presas de resina, incluso tiene un par de descuelgues donde practicar con cuerdas. Tras esto Esther nos invita a una botella de clarete, en las placas de Linza hizo su primera vía y ahora celebramos que se ha hecho su primera vía de primera en las paredes del refugio. Siempre habrá algo que celebrar :)

El Puro

Domingo 11, teníamos este día reservado para hacer algo de escalada, el problema es que por aquí no conocemos escuelas de deportiva, disponemos de solo una cuerda de 70 y entre nosotros hay gente sin mucha experiencia, aun así después de barajar varias alternativas cerca de Panticosa, decidimos meternos en las psicológicas paredes de Riglos, nos pillaba de camino. Mientras tomamos un café en el bar Pisón repasamos la guía de Riglos que tienen en el bar, ya teníamos elegido el sector cuando a la salida vemos, clavada con chinchetas en la puerta las reseñas de las vías del Mallo Colorado,… primeros largos con 30 m. ¡Bien! A por ellos vamos.

No se por donde nos metimos pero terminamos llegando al Mallo Colorado por una especie de senda de jabalí sudando la gota gorda.

El Mallo Colorado
Dani

Lidya

Dani pone las cintas al primer largo de Ultravox, V, Lidya va detrás y yo desmonto la vía, bonito, algo expuesto y psicológico largo, como dicen en todos lados de este sitio, parece que las rocas van a saltar a tu peso pero ahí resisten.

No hay tiempo para más, dejamos alguna que otra vía pendiente y para Madrid que nos volvemos después de una comida homenaje.

Cartografía recomendada: Valles de Ansó y Echo, 1:25.000, Editorial Alpina

4 comentarios:

Historias de montaña dijo...

Peazo finde Antonio!

Las fotos me encantan! Y hay alguna para imprimir en grande ;)

Salu2

Antonio dijo...

Hola Vlady, si, fue un fin de semana muy completo, de esos que te alegra haber elegido este "deporte", y las fotos ya ves, estreno cámara :) ...la otra, ya sabes que no estaba muy contento con ella, tubo una muerte digna, cayo rodando pared de Zabala abajo.

Saludos

el musgo nunca duerme dijo...

Totalmente de acuerdo con Vlady, pedazo de finde Antonio. Muy buena actividad.
Un saludo.

Antonio dijo...

Si que fue buena la actividad Miguel, quizás nos faltó algún día para disfrutar un poco más de la escalada, pero bueno, quedan muchos findes para disfrutar.

Saludos