Llega el otoño y con él
las primeras lluvias. Para este fin de semana nos anuncian una buena borrasca, dicen
que entra por el sudoeste, así que entendemos que cuanto más lejos de ella
mejor, nos vamos en dirección contraria, hacia Valdemanco, que está al nordeste,
con la esperanza de que la borrasca llegue por allí tarde, mal y nunca.
Cuando
llegamos al aparcamiento vemos que los buitres vuelan junto a las grises nubes,
puede que sea señal de que de momento no va a caer nada del cielo, aunque no
sé, también vimos a algunos posados que quizás nos avisen de lo que se avecina…
Hay disparidad de criterios entre ellos. Ya veis, no solo íbamos a ser los
humanos los que no estamos de acuerdo en algo :)
* * *
Elegimos un par de
sectores nuevos para mí, la placa P.R. y la punta Isis, pues Miguel por aquí ya
se lo ha hecho todo, y le da igual repetir una que otra vía.
En la Placa P.R. hay
cinco o seis vías fáciles que no creo superen el IV+, empezamos por ellas para
calentar y dar tiempo a que se desprendan los restos de humedad de su
vecina la Punta Isis. Este primer sector es para novatos, aunque las vías de la derecha tienen curiosos alejes, son fáciles.
Miguel apretándose las zapas
Miguel no se molesta
en ponerse los gatos, simplemente se aprieta algo las zapatillas y para arriba,
en cuanto a la Punta Isis hay vías de hasta 6b/b+.
Trepamos a buen ritmo
pues vemos que la borrasca se acerca deprisa.
Mientras trepamos
oímos las voces de un grupo de chavales que andan por la Peña del Cuervo, salvo
estos y una pareja que hemos visto pasar por el camino que sube a las agujas,
no hemos visto a nadie más.
Peña del Cuervo
Justo cuando Miguel termina
la última de las vías empieza a llover, parece como si estuvieran esperando
vernos terminar, para dar la orden de agua va. Como la lluvia es suave decidimos
esperar bajo un tejo que hay en la base de la Punta Isis. Si, la lluvia es suave
pero también constante, y al poco rato empieza a brillar la roca, me acerco a
tocarla y resbala, y más las presas que retienen líquido. Mala señal, me
sospecho que hoy por aquí no rascamos más.
Por fin deja de
llover, pero las placas están ya empapadas, así que decidimos ir a la Punta Conejo, sector cercano
al collado Celemín. Por allí corre más el aire, y con suerte seca antes y podemos
hacer algo.
La roca brillando por la lluvia
Vamos animados pues el
aire sopla fuerte, nos dirigimos por detrás y por arriba de dicha peña,… por las orejas,
pues para trepar en ella lo mejor es llegar a los parabots sin argollas que hay
en el descuelgue, rapelar y tras hacer las vías volver a salir por arriba.
Las orejas del Conejo
Fue
asomarnos para ver las vías, y vuelta a la lluvia. Parece como si nos
estuvieran tomando el pelo, basta llegar al sector y ponerse de nuevo a llover
y esta vez parece que va para largo, pues el cielo ya está totalmente cerrado y
las cortinas de agua caen por todos lados.
Valdemanco bajo la lluvia
Antes de irnos a tomar reglamentario
aperitivo, nos asomamos a investigar si por un zócalo cercano hay vías nuevas, pues Miguel
tiene noticias frescas, y… “haberlas haylas”.
Como llegar y croquis:
En la vertical tienes más croquis de las vías de otros sectores así como de sus aproximaciones, la gran mayoría los ha hecho Miguel.
Como por ejemplo este de la placa P.R. que acaba de hacer.
Nota: P.R. significa senda de Pequeño recorrido, dicha senda pasa a pocos metros de la placa
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