Día de lluvia en Patones

Ya viene siendo habitual que tengamos una semana buena, climatológicamente hablando, y luego venga el fin de semana con el mal tiempo, así no hay quien escale… ¡Vaya año que llevamos!
Nuestra intención era intentar, otra vez, el Mondalindo, en esta ocasión ni siquiera llegamos a Bustarviejo, cuando vemos el panorama desde San Agustín de Guadalix decidimos cambiar de aires, tiramos de móviles y… ¡Ala!… Nos vemos en “El Manolo”.
Nos vamos a Patones que aparte de que está más bajo, tiene buenos cobijos y la retirada siempre es más sencilla.
Después de unos cafés en el bar Manolo y de consultar la guía decidimos el sector, como si de una premonición se tratara no vamos al Sector Cielo Líquido. El camino está húmedo y el cielo aunque todavía tiene claros está más que plomizo, a ver si tenemos un poco de suerte y nos dejan hacer algo esas nubes… No queremos ver lo evidente.

Foto: Pared occidental de Patones

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Llegamos a pie de vía, elegimos un par de vías sencillas para calentar, La guerra de grado y Cuarto más pa’pibas, pero ha sido ponernos los arneses y empezar a llover, por suerte hay una cueva- cobijo cerca y para ella vamos, al cuarto de hora deja de llover y en veinte minutos ya estamos dándole, esta vez ha sido solo una nube.

Foto María: La guerra del grado

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Si ya de por si los quintos de Patones están lavados, hoy además la roca está húmeda y los agujeros llenos de agua, desde luego no es el mejor día para crear afición.
Como no me fío de los apoyos de pies, agarro quizás con demasiada fuerza las presas, también echo en exceso el cuerpo para atrás para intentar darle más presión a la roca con los gatos, aunque esta manera de subir sea más segura, se agotan los brazos antes, por lo que tengo que colgarme de alguna cinta para oxigenarlos.
Acabo la vía medio petado, algo mosqueado y reconfirmándome a mi mismo que lo mío no es Patones y menos en un día de lluvia.
Antes de parar a comer nos hacemos dos vías más, en mi caso en Top, visto el estado de la roca y sobre todo el de mis brazos, prefiero escalar dinámico para dejarlos descansar, por suerte Víctor está recuperado y abre las vías con facilidad.

Foto: Víctor en el teatrillo… I
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Foto María: Víctor en el teatrillo… I I
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Foto: Cielo negro sobre el sector Cielo Líquido

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Después de la comida y de alguna que otra llovizna, decidimos cambiar de sector, nos vamos al sector Luna que como tiene un techo, igual está algo más seco.

El cielo está cada vez más negro, entre truenos Víctor ha equipado la que va a ser última vía del día, es mi turno, tiro la cuerda y me preparo, según me estoy poniendo los gatos empieza a llover, me digo a mi mismo que por qué no lo he hecho al revés, primero ponerme los gatos y luego tirar de la cuerda, si lo hubiera hecho de esta manera ahora no la tiraría, subiría en top bajo la lluvia a por el material.

Nos estamos calando, con prisas pero sin precipitación empiezo a trepar, las gotas de agua poco a poco están oscureciendo la parda arenisca, con la pared mojada no me fío ya de nada, ni de las presas de manos ni de los apoyos de los pies, lo primero que hago después de chapar es secarme las manos en el pantalón, por fin llego a la zona protegida por el techo, lo primero que hago es mirar para abajo, veo a Víctor asegurándome bajo la lluvia con la cabeza de medio lado, el resto de mis amigos, María, Enrique y Manuel, han ido a cobijarse a los extraplomos del sector Viejo Charly. Al tener encima un techo la última parte de la vía está seca y disfruto terminándola, un relámpago ilumina mi llegada a la cadena como si de fuegos artificiales se tratara,… ¡Bueno que tampoco es para tanto, que es solo un V jefe! Pienso mientras me sonrío.
Llegamos a los extraplomos del Viejo Charly calados y con los gatos embarrados, en lo que tardamos en recoger el material y recomponer un poco la figura la lluvia cesa, pero el cielo sigue negro, decidimos dar el día por bueno e irnos al “Patata” de Torrelaguna a apretarnos unas bravas.Según salgo del bar ya para casa me miro las manos,… Jo, ni un solo rasguño, algo bueno tenía que sacar el escalar con roca resbaladiza.

Como llegar: Desde el pueblo de Patones de Abajo seguir la carretera, a unos 6 km aparece un desvío indicando Pontón de la Oliva, desde aquí seguir la carretera y aparcar en el primer "parking", dejar el coche y bajar andando por el camino.

Los croquis: Guía de Patones y alrededores de José Manuel Velázquez-Gastelu.

Actividad:
266. La guerra del grado (V, M0)
267. Cuarto mas pa’pibas (IV+, M1+, la primera chapa aleja)
268. El teatrillo de la autocomplacencia (V+, M1)
269. Vela verde (V, M0)
…y gracias