23 diciembre 2015

¡Feliz 2016!

Ayer hicieron fija a una chica en el trabajo, me alegre tanto por ella como por mí. Tras varios años de crisis, en el que solo ves problemas, caras de preocupación y sonrisas enlatadas, por fin unos ojos brillantes rebosantes de alegría, por fin una sonrisa sincera. Fue como un buen día de montaña.
¡Feliz Navidad y que el 2016 os traiga lo mejor!

 El príncipe de la Montaña

10 diciembre 2015

Escuchando a la roca en El Alcornocal, Pedriza

Cuando éramos niños nos gustaba ponernos a hacer galletas con nuestra madre, en la receta, a la hora de echar la harina venía una frase que se me ha quedado grabada… Harina la que te pida,… y te quedabas escuchando y decías,… ¡Mama, a mí no me pide nada!  Es que no sabes escuchar, decía nuestra madre, se escucha también con las manos, con el tacto; y tú te mirabas las pequeñas manos llenas de harinas y decías… ¡Pues aquí no hay orejas!
Esto viene a una pregunta que hizo Kiko a pie de vía el pasado lunes… ¿Vosotros como ponéis los pies, en la roca? La respuesta me hizo recordar lo que acabo de contar de mi infancia,…
Es simple, le contesté. ¡Cada presa te dice cómo has de agarrarla y cada apoyo como has de pisarlo! Me falto decirle,… ¡Simplemente hay que saber escuchar a la roca!


* * *
Hoy vamos a las placas de Miguel Angel Blanco o como llamamos los mayores, a El Alcornocal, aquí las vías son algo más duras que las de su vecino El Gusarapo, también más expuestas, por tanto, hay que ir con buena cabeza y tener bien asentado el V para llegar al primer e incluso segundo seguro de las vías más factibles.
Tras los cafés y una mínima aproximación llegamos a pie de vía.
Lo primero que hago al llegar a un sector es tocar la roca, hoy no desprende calor, por fin llegó el frío, se acabaron las excusas para no probar lo que damos de si en la adherencia, de poco sirve las horas pasadas en los rocódromos, ni las escaladas en fisuras, regletas y cachos, es el momento de escuchar a la roca, de ver si sabemos leerla, de ver si sabemos colocar el pie de gato en la forma adecuada, siempre con esa incertidumbre presente… ¿aguantará el gato? Es el momento de la llamada “fe pedricera”.
 Kiko

Vlady


Empezamos por dos vías de V con la primera chapa bien alta y una tercera vía a la que llaman La Fisura Social, que está limpia, como no traemos empotras y ya que tenemos montado el descuelgue la hacemos de segundo.
Kiko en la Fisura Social

Tras estas nos movemos a las vías de la izquierda, Mister Frikin, con la segunda chapa también alta. La parte difícil de esta vía se puede hacer de dos maneras, o agarras la alta bavaresa o subes por encima, nosotros somos tres, y cada uno a su manera.
 Kiko en Mister Frikin llegando a la pequeña bavaresa


Tras esta le pegamos al 6b de su izquierda, también sale bien.
Entre tanto nos hemos dado cuenta de que hay una vía que no viene en la guía, está a la izquierda del todo y creemos que debe andar por el 6c/6c+. Es el momento de apretar un poco. 
Vlady en la vía desconocida

Pone las cintas Vlady y los demás sacamos la vía como podemos,… ¡No se dio mal del todo, solo pisé una chapa! Aunque creo que tiene las chapas un poco a la derecha.
Se hace tarde y esta última vía ha sacado lo bueno de nosotros, es hora de ir a calentar los huesos y el estómago al bar de turno.
¡Y dices tú de alejes! La segunda chapa… la mancha negra que se ve encima del casco.

Datos técnicos:
El sector está a la entrada de la senda Maeso, si quieres hacer algún reenvío para dejar pasada la cuerda por la primera chapa (o la segunda de Mister Frirkin) mejor cuerda de 70 m.
¡Precaución, estas vías no son para principiantes! Tiene buenos alejes.

La actividad que hicimos está en este croquis de Vlady, en él puedes ver algunos M2, más croquis en la guía de Luis Santamaría.