23 diciembre 2015

¡Feliz 2016!

Ayer hicieron fija a una chica en el trabajo, me alegre tanto por ella como por mí. Tras varios años de crisis, en el que solo ves problemas, caras de preocupación y sonrisas enlatadas, por fin unos ojos brillantes rebosantes de alegría, por fin una sonrisa sincera. Fue como un buen día de montaña.
¡Feliz Navidad y que el 2016 os traiga lo mejor!

 El príncipe de la Montaña

10 diciembre 2015

Escuchando a la roca en El Alcornocal, Pedriza

Cuando éramos niños nos gustaba ponernos a hacer galletas con nuestra madre, en la receta, a la hora de echar la harina venía una frase que se me ha quedado grabada… Harina la que te pida,… y te quedabas escuchando y decías,… ¡Mama, a mí no me pide nada!  Es que no sabes escuchar, decía nuestra madre, se escucha también con las manos, con el tacto; y tú te mirabas las pequeñas manos llenas de harinas y decías… ¡Pues aquí no hay orejas!
Esto viene a una pregunta que hizo Kiko a pie de vía el pasado lunes… ¿Vosotros como ponéis los pies, en la roca? La respuesta me hizo recordar lo que acabo de contar de mi infancia,…
Es simple, le contesté. ¡Cada presa te dice cómo has de agarrarla y cada apoyo como has de pisarlo! Me falto decirle,… ¡Simplemente hay que saber escuchar a la roca!


* * *
Hoy vamos a las placas de Miguel Angel Blanco o como llamamos los mayores, a El Alcornocal, aquí las vías son algo más duras que las de su vecino El Gusarapo, también más expuestas, por tanto, hay que ir con buena cabeza y tener bien asentado el V para llegar al primer e incluso segundo seguro de las vías más factibles.
Tras los cafés y una mínima aproximación llegamos a pie de vía.
Lo primero que hago al llegar a un sector es tocar la roca, hoy no desprende calor, por fin llegó el frío, se acabaron las excusas para no probar lo que damos de si en la adherencia, de poco sirve las horas pasadas en los rocódromos, ni las escaladas en fisuras, regletas y cachos, es el momento de escuchar a la roca, de ver si sabemos leerla, de ver si sabemos colocar el pie de gato en la forma adecuada, siempre con esa incertidumbre presente… ¿aguantará el gato? Es el momento de la llamada “fe pedricera”.
 Kiko

Vlady


Empezamos por dos vías de V con la primera chapa bien alta y una tercera vía a la que llaman La Fisura Social, que está limpia, como no traemos empotras y ya que tenemos montado el descuelgue la hacemos de segundo.
Kiko en la Fisura Social

Tras estas nos movemos a las vías de la izquierda, Mister Frikin, con la segunda chapa también alta. La parte difícil de esta vía se puede hacer de dos maneras, o agarras la alta bavaresa o subes por encima, nosotros somos tres, y cada uno a su manera.
 Kiko en Mister Frikin llegando a la pequeña bavaresa


Tras esta le pegamos al 6b de su izquierda, también sale bien.
Entre tanto nos hemos dado cuenta de que hay una vía que no viene en la guía, está a la izquierda del todo y creemos que debe andar por el 6c/6c+. Es el momento de apretar un poco. 
Vlady en la vía desconocida

Pone las cintas Vlady y los demás sacamos la vía como podemos,… ¡No se dio mal del todo, solo pisé una chapa! Aunque creo que tiene las chapas un poco a la derecha.
Se hace tarde y esta última vía ha sacado lo bueno de nosotros, es hora de ir a calentar los huesos y el estómago al bar de turno.
¡Y dices tú de alejes! La segunda chapa… la mancha negra que se ve encima del casco.

Datos técnicos:
El sector está a la entrada de la senda Maeso, si quieres hacer algún reenvío para dejar pasada la cuerda por la primera chapa (o la segunda de Mister Frirkin) mejor cuerda de 70 m.
¡Precaución, estas vías no son para principiantes! Tiene buenos alejes.

La actividad que hicimos está en este croquis de Vlady, en él puedes ver algunos M2, más croquis en la guía de Luis Santamaría.

30 noviembre 2015

¡Si las sabinas hablaran!

Hace años hice una larga excursión por la Pedriza con mi amigo Tapi, fuimos por intrincados caminos y semiabandonadas sendas, de aquello recuerdo una conversación. Tapi, que por aquel entonces llevaba más de cuarenta años andando por aquellos lugares, me comentó algo muy obvio pero que a mí no se me había pasado por la cabeza, se trataba de la evolución de los caminos. En su dilatada vida de senderista había observado como nacían, se ensanchaban, cambiaban de trazado o simplemente terminaban cerrándose por la vegetación debido al escaso tránsito.
Con las sendas verticales pasa tres cuartos de lo mismo, viendo fotos antiguas se puede ver su evolución. Algunas vías son cepilladas por los equipadores, quedan reluciente unos años hasta que la naturaleza y sobre todo su pobre transito las vuelven a embutir en zarzas y musgo, en cambio otras, en las que el equipador a lo mejor no se ha esmerado tanto en su limpieza, van evolucionando, no sé si a mejor o a peor, el caso es que con el tránsito va desapareciendo el musgo; arbustos, raíces y ramas van cayendo, los cantos se van rompiendo y la roca se va puliendo, y ahí siguen las vías, algunas incluso con anacrónicas graduaciones debida a la mencionada evolución.

Javi en la placa del 9 junto a un testigo de la evolución


P.D. La foto es del pasado sábado 28 noviembre, ya pasados todos los llamados “veranillos”. Javi no acostumbra a escalar sin camiseta, pero llevaba una térmica negra y el excesivo calor le hizo escalar sin ella, en la hablada evolución puede entrar también el cambio climático, como sigamos así la escalada de adherencia en orientación sur… por la noche y a la luz de la luna.

18 noviembre 2015

Agujas de Valdemanco, vías, buitres y otras películas

En alguna ocasión he comentado la gran atracción que ejerce sobre mí la sierra de la Cabrera, concretamente las Agujas de Valdemanco, cualquier excusa es buena para subir por allí en busca de una nueva aventura, en esta ocasión fuimos con la intención de probar una vía en concreto de Punta Laura, la última vez que subimos por aquí vimos una línea de parabolts a la derecha de la Directa Salcedo-Sánchez, los seguros estaban relucientes y pensamos que podía ser una vía nueva, tras consultar con uno de los mayores conocedores de la zona, Juan Luis Salcedo, nos confirmó algo que alguno sospechaba… que era una reequipación de la Casquet-Becquer-Vivanco, la vía se ha salido un tanto de la línea original, quizás para salvar un nuevo nido de buitre que hay en la primitiva primera reunión, o quizás porque el reequipador pensó que la línea era más estética por el espolón. Con la idea de subir por esa “nueva línea” iniciamos la visita de hoy. Subimos algo tarde pues anoche algunos estuvimos de jarana, pero esa no fue la excusa para que nunca llegásemos a pie de vía.


Eloy en Merlayn

* * * 
En la subida tuvimos una sorpresa, la antigua pista de los canteros es ahora más ancha e incluso está señalizada con estacas refractantes, arriba han hecho una rotonda, entiendo que para que los vehículos que la transitan puedan dar la vuelta. A la izquierda, antes de llegar a la Peña del Cuervo, hay un campamento turco, si habéis leído bien, un campamento turco, por los visto es uno de los escenarios de rodaje de la película “The Promise”.

"Campamento turco"

No soy quien para oponerme al rodaje de una película, que entiendo dejará beneficios a los vecinos de aquellos lugares, solo espero que dejen aquello como estaba y ayuden a la naturaleza a recuperarse tras el rodaje.
Al llegar a las agujas lo primero que sorprende es la cantidad de buitres que hay, ha debido ser un año prolífico, cada día se ven más por estos lugares, precisamente Gustavo Cuevas, uno de los equipadores y reequipador de la línea que pretendemos subir, comenta en la guía que no se ven nidos en las agujas, posteriormente Juan Luis comenta en su guía, editada en 2005, que hay cuatro nidos. Hoy no sé los que hay, pero así a primera vista parece que hay más de veinte aves.
Tras observar su majestuoso vuelo nos vamos a calentar en las vías Rebeca e Inviernos, dos vías que rondan el 6a. En mis últimas visitas viene siendo habitual empezar por este par de vías, y más hoy, que ninguno de los que me acompañan las conocen.
Vía Rebeca

Al llegar Javi y Eloy eligen la vía Rebeca. Yago y yo nos metemos en la que queda libre.
Tras estas ponemos rumbo a Punta Laura, pero el destino, o más bien mí hoy condición de cicerone, hacen que al pasar por la cara sur del Cancho Moñiga les muestre con detalle las vías, alguien comenta de hacer alguna y mi extraña atracción por la vía Garañón, 6b, hace el resto.
No sé lo que tendrá esta vía, cada vez que la subo saca en mí dispares sensaciones, un día me tuve que bajar porque no veía nada, otro tuve una alegría inmensa al encadenar, otro… ¡Venga va, aunque estoy matao’ subo de segundo! …y la haces de segundo y se te quita el matao’ de un soplo.

Vía Garañón

Hoy la subo estudiando y analizando cada paso como si fuera un problema matemático. El caso es que la he hecho cuatro veces, bueno tres y un pegue, y he tenido una sensación distinta en cada una de ellas. Es como si esta vía, me mostrara el estado de ánimo con el que voy cada día, una vía emocional la podía llamar.
Yago en Garañón

Tras esta hacemos también la Merlayn, 6b/6b+, en la que ha puesto las cintas Javi mientras yo hacía lo propio con la Garañón.
Eloy chapando en Merlayn

Javi no quiere dejar de hacer la Gandalf, 6a+, le entra por los ojos, y ninguno le quitamos la idea. Cuando nos queremos dar cuenta la luz está empezando a flojear, en esta época del año anochece muy pronto, decidimos bajar, nos consuela pensar que ya habrá ocasión de hacer la “nueva” Casquet-Becquer-Vivanco, queda en cuentas pendiente, espero que ese día no esté muy lejano.
 Vía Gandalf

 Javi, pasando el murito de la Gandalf

Datos técnicos:
A pesar de que rompí un canto en la Merlayn (no sube el grado de la vía), y que hay otro a punto de romperse en el último tramo de la Garañón (ojo, en el último tercio de la vía, a la derecha, hay un canto que se mueve), el granito de estas vías es bueno, entiendo que estas fracturas se deben al clima extremo y a la poca afluencia de escaladores por la zona. Los grados propuestos en el post son orientativos, medio grado arriba o abajo coinciden con los de la guía, vías de corte deportivo equipadas con espit, prever de 12 a 14 cintas para los primeros largos de las vías del Cancho Moñiga. En este blog viene más información de esta zona, pincha la etiqueta Agujas de Valdemanco y la obtendrás.

La historia, croquis y otros temas de estos lares están en la guía de Juan Luis Salcedo.

12 noviembre 2015

Puig Campana, fue un bonito sueño

Ayer me desperté con una sensación agradable, había tenido un sueño. Me veía con dos amigos en una tapia, aunque el día era esplendido a veces la pared era azotada por un fuerte viento, en mi sueño me veía haciendo largos y más largos, no sé dónde íbamos ni qué buscábamos arriba, quizás solo subíamos por la satisfacción personal, por evadirnos de los problemas cotidianos, pues sabíamos que en la cima no había nada, simplemente encontraríamos un abrazo de cumbre, no buscábamos más. Al reincorporarme en la cama vi una hoja arrugada sobre la mesilla de noche, era el croquis de la vía, me di cuenta entonces de que aquello fue una bonita realidad.



P.D. La historia completa de esta salida, croquis y demás cosas la cuenta Vlady en su blog

28 septiembre 2015

En una pared cualquiera

Hace tiempo leí unos breves párrafos que me llegaron muy dentro, la lectura, y sobre todo mi mente enseguida me teletransportaron a una vía cualquiera de una pared cualquiera.
Entresaco unas frases de aquel texto, de un autor para mi anónimo, que se me quedaron grabadas:
De repente todo se vuelve tan simple que asusta, dejamos de juzgar porque ya no hay bien ni mal, solo la vida que eligió cada uno, finalmente entendemos que todo lo que importa es tener paz y tranquilidad, vivir sin miedo y hacer lo que alegra el corazón en cada momento”.

23 julio 2015

Secretivos en el Mar de Tetis

Durante el jurásico, hace ya millones de años, dos de los continentes por aquel entonces existentes colisionaron, entre otras cosas aquel choque produjo una gran depresión a la que llamamos la fosa de Tetis, el agua cubrió dicha fosa con mares poco profundos, con el paso de los siglos en dichos mares se fue acumulando desechos coralinos y otros materiales sedimentarios calizos, un posterior movimiento orogénico dejo toda aquella caliza libre de aguas.
De norte a sur pasando por el levante de la hoy península ibérica, semejante a una media luna en fase creciente, estaba parte de ese antiguo y desaparecido mar de Tetis, en estos lugares se elevan ahora valles, llanuras y grandes y conocidas paredes calcáreas vestigios de aquellos sedimentos, también hay otros recónditos lugares menos conocidos con pequeñas paredes de cierto encanto.
Para mí fue toda una aventura dar con ellos siguiendo pequeños mapas, difusas anotaciones o acompañando a algún amigo que había conseguido la información por el boca a boca. A todos ellos fuimos sin croquis, sin saber el grado de las vías. Era llegar a pie de vía y decir… esta parece factible, y allí que nos metíamos. Hoy resumo en este post tres de aquellas salidas.

Eloy en un paso de Bloque

* * *
- La primera de estas zonas la conocí en diciembre de 2013, hacía frío y la escarcha cubría todo el paisaje, seguíamos a Jorge, de vez en cuando Jorge paraba buscando unas referencias para nosotros inexistentes. Una vez orientado cambiábamos de dirección y continuábamos sus firmes pasos, nos fiábamos de su instinto, que remedio, habíamos decidido seguirlo aunque no tuviera éxito. Ya iba yo pensando que si no encontrábamos el sector al menos nos contentáriamos con un invernal paseo, cuando apareció el cañón ante nosotros. A su entrada estaba la referencia que buscaba Jorge, un viejo gendarme de tres puntas que parecía montar guardia.
Ante el viejo gendarme de tres puntas

En este caso la roca no estaba muy compacta yo incluso diría que estaba descompuesta, y para colmo tenía muchas aristas vivas, roca ponzoñosa lo llamó Vlady.
 Vlady

Javi
Desde el primer momento la roca no me produjo buenas sensaciones, luché en mi interior por ahogar dichas sensaciones pues habíamos desechado otros planes a sectores conocidos para escalar hoy aquí, tras la ardua búsqueda no quise dedicarme a dar paseítos ni a la vida contemplativa.
A la segunda vía que hice me bajé unos metros junto a un bolo del tamaño de una gran sandía, el bolo siguió bajando hasta el suelo y cayó a un par de metros de mi asegurador. No sé qué me asustó más si mi caída o ver el regatito que mandaba para abajo al publico existente.
Capté el mensaje y ese día no volví a revelarme contra mis sensaciones.

- En septiembre del año pasado tuve ocasión de visitar otro de los secretivos del “Mar de Tetis”. En esta ocasión fuimos guiados por Alfonso, o mejor dicho por el teléfono de Alfonso, pues cuando llevamos cerca de una hora andando por un polvoriento camino nos dimos cuenta de que a lo lejos todo eran matojos y terreno llano, la orografía que veíamos no daba vestigios de ninguna pared cercana, por fortuna hay cobertura y tras una oportuna llamada volvimos al camino correcto y dimos rápidamente con el sector.
¡Sorpresa, predomina el desplome!
Lorena asegurada por Alfonso

A un “plaquero” como yo se le acaban los brazos tras pocas vías, una vez petado y mientras mis lolos amigos del roco seguían a lo suyo, con pasos de bicicleta por aquí, taloneos por allí, acompañados por diversos monodedos y bidedos me dedique a otros menesteres. Aproveché el resto de la mañana para explorar el valle y recolectar sus frutos. Había nogales junto a la ribera del río, me llevé el macuto a casa un par de kilos más pesado de como vino, a pesar de que la cantimplora volvía vacía.

- El último de estos secretivos calizo lo visitamos este julio, en plena ola de calor, fuimos con pocas referencia, simplemente llevábamos una foto de situación que nos habían pasado por el móvil, nos cuesta un poco encontrarlo pues vamos con la idea de que la pared tiene orientación norte, tras un buen pateo rodeado siempre de moscas cojoneras, vemos que el único sitio en el que pueden haber vías está orientado prácticamente en su totalidad al sur, allí vamos como última opción a ver si hay chapas y… las hay! Las vías son duras aunque siempre hay algunas que se dejan hacer, montamos el campo en las únicas sombras que hay bajo unos desplomes. Nos dedicamos a escalar hasta que el calor, las avispas y sobre todo la falta de agua nos empujan a retirarnos.
 Miguel (Junior) asegurado por Yago

 Antonio (Menda)
Eloy

A pesar de haber trepado menos de diez vías sumando los tres sectores, no cambio ningunos de estos días por escalar en otras zonas más afamadas de caliza.
Aunque no es mi estilo en esta ocasión prefiero no desvelar estos pequeños lugares, lugares hechos por el paso de millones y millones de siglos, por ello se me hace difícil entender la palabra secretivo, se me hace difícil ver que las personas, que duramos segundos con relación a estos muros, nos creamos con sus derechos, aun así lo respeto por petición expresa de dos de mis guías. En estas tres salidas he disfrutado con el encanto de la búsqueda, ese encanto de la exploración que parece hoy perderse, estos lugares anónimos le dan sentido a la exploración, otra faceta de la escalada, que entiendo que debe ser algo más que coger una guía e ir a tiro hecho a pie de sus vías.

10 julio 2015

Recuerdos de Peñalara

De por sí solo un objeto no tiene mucha historia, la historia la obtiene cuando lo conectamos a nuestra vida y cohabita junto a nosotros un tiempo. A los objetos de casa no se les aprecia por su valor monetario, se les aprecia por su valor sentimental, por las historias que hemos pasado junto a ellos, por cómo y donde los hemos obtenido, por los recuerdos que nos evoca. Lo mismo me sucede en las paredes de Peñalara, su granito alpino retiene entre sus placas y fisuras un montón de recuerdos, ya sean invernales o estivales, ya sean buenos o no tan buenos, cada vez que vengo empiezan a aflorar y puede decirse que aunque no desplazan la realidad si complementan un bonito día de escalada.

Aquí me inicié en el mundo de la escalada, aquí vi por primera vez a unos escaladores metidos en faena, fue hace ya muchos años. Mientras me refugiaba de una ventisca en el Refugio de Zabala surgieron dos escaladores de entre la niebla, aun recuerdo el tintineo de sus cacharros, sus barbas llenas de nieve, allí estaban saliendo por arriba de alguna vía de la Pared del Zabala.
Hoy subimos por un par de vías por esta pared, una equipada y otra de equipar, aunque las condiciones son bien distintas y nosotros no salimos por arriba, no dejan de venirme aquellos recuerdos y otros muchos de todas las veces que he andado por aquí.
Terminadas estas vías ponemos rumbo al Cosaco y al Trapecio, pero nunca llegamos, de camino nos encontramos con Irma en la Placa de la Teresa y nos hacemos un par de vías por allí con ella.
De este lugar también guardo gratos recuerdos, recuerdo que las primeras veces que veníamos por aquí nos dedicábamos a hacer las vías fáciles… Las Lola, Ebusiana, Piremanía Free, Teresa…, a las duras las mirábamos de reojillo y las dejábamos para una mejor ocasión. Hoy nos pasa lo contrario, nos hacemos las duras, Dentrognomo y Aquí Huele a Muerto y las fáciles las vemos de reojillo, se las dejamos a las nuevas generaciones con las que hoy compartimos paño, que algún día harán como nosotros.
El calor está apretando, aun así nos da tiempo a hacer un par de vías más que están a la derecha de estas, para mi son nuevas, Wodypartys y Marga free, son duras y verticales, solo hago la segunda en tope, espero volver algún día por aquí, le pegaré a esta vía de nuevo y veré los recuerdos de hoy como lejanos.
En el camino de vuelta hacia el coche no hablo mucho, me dedico a saborear la esencia de los recuerdos y a integrar lo vivido hoy en ellos.

24 junio 2015

El Cancho de La Ladera, La Cabrera

No recuerdo como vino a la conversación, lo que si recuerdo es que terminadas las vías Manolo mencionó la similitud que hice en su día entre la escalada y el ajedrez. Horas más tarde, mientras viajaba en Metro de vuelta a casa, mis neuronas volvieron a aquella conversación buscando nuevamente la interconexión…
Tenía la chapa ya bajo mis pies y no sabía que pieza mover, no veía buena jugada y menos cuando mi pie izquierdo había patinado ya en el arenoso granito, por mi mente pasó levemente la idea de bajarme pero tirar el rey no era la opción, estaba en un equilibrio no muy estable, o lo que es lo mismo estaba en jaque, mi próxima jugada debía ser precisa, toqueteaba todas las presas pero ninguna me daba una mínima confianza para dar el paso, todas eran precarias, no sabía que combinación hacer, tranquilo pensé la mejor jugada, mis compañeros no me cantaron el movimiento pues cada uno había pasado de distinta manera por allí, al otro lado de la cuerda había un silencio casi sepulcral, el silencio que me hacía falta para pensar y buscar la mejor combinación… volví a toquetear las presas, volví a mirar, hasta que me di cuenta que la buena jugada estaba abajo, en el paso de adherencia, justo en el lugar donde hacía pocos segundos había convertido el granito en arena, la roca está ya caliente, será un paso de fe, una jugada de doble filo que puede salir bien o mal… La goma y la piedra aguantaron y tras el paso de fe pude enrocar a mi rey junto a un agarre de mano.
Miguel, en el paso clave de Fácil Tranquilidad, 6c+...¿6c?

* * *

La mañana empezó distinta, mientras tomábamos café, el camarero, a instancias de un cliente sexagenario, nos puso por la tele un combate de boxeo en el que peleaba su hermano Nico, según se calentaban los púgiles nos iba desvelando los misterios del combate. Mira cómo se sale de la corta distancia pues sabe que cobrar, ahí se está cubriendo el hígado y la pera, ¡jop! Ese le ha dolido, según me dijo va a tardar tres días en masticar bien…veréis, veréis ahora…¡Toma! ¡K.O.! Nico tumbo a su contrincante al tercer asalto.
Pagamos los cafés…cualquiera se va de aquí sin pagar, y nos fuimos del bar con la surrealista escena de ver al sexagenario cliente, guasón y aún caliente por el fervor del combate, buscando pelea como si fuera un crio después de ver una película de Bruce Lee.
Ahora nos tocaba calentarnos a nosotros pero no en el cuadrilátero ni en el bar, sino en las laderas del convento de San Antonio en busca de nuestro sector, a pesar de que la cuesta no es muy larga y de que aún no apretaba mucho el calor, llegamos sudando la gota gorda a la base de las vías.
El sector de hoy es la zona baja del Cancho de la Ladera, está orientado un tanto al oeste y da la sombra en su base lo justo para dejar de sudar y hacernos la primera vía medio a la sombra, luego ya se va metiendo el sol poco a poco hasta que se hace difícil buscar una sombra para poner los gatos en la fresquera, al final la roca estaba algo caliente y la adherencia no era del todo buena, pero yo no cambio el día por otro, salí encantado con esta zona baja de El Cancho de la Ladera al que pensamos volver con algo menos de calor.
Tras la cuesta y el cambio de camiseta le damos una visual general a las vías. Como vamos tres preferimos hacer primeros largos a meternos en pared con incomodas reuniones.

Tag an Meer, 6a, la primera chapa es el segundo seguro (Foto Manolo)


 Manolo en Tag an Meer, 6a

En Tag an Meer, 6a (foto Manolo)

La primera vía, la de calentar, es el primer largo de la Tag an Meer, 6a, la primera chapa tiene un considerable aleje, hay una buena fisura donde entra a cañón un alien, el paso duro está casi al final, cuesta dejar el agarre de una fisurita a la que ya le has cogido cariño para meterte en parca adherencia.
 Miguel en la vía Anónima, 6a

Vía Anónima, 6a+ 


Posteriormente nos metemos en una Vía Anónima, 6a+, a la izquierda de la primera, en esta vía abunda el musgo en su parte final, justo donde hay un aleje, entra bien un friend pequeño que te asegura la llegada al descuelgue, el problema es que si metes el friend luego el último lo tiene que recuperar, y como la reu no tiene anillas te tienes que ir a la de la vía anterior (a la derecha) a bajar de sus anillas,… "pendulaco" al canto.

Román Pérez, 6a... 6b?



Terminada esta nos metemos en el primer largo de la Román Pérez, 6a,  aunque eso del 6a no sé, igual es que se ha roto algún canto o se ha terminado de caer algún desconchón, para nosotros el paso de salir de la bañera es de 6b, también puede ser que la roca ya estuviera templada.
 Entrada de Fácil Tranquilidad, 6c+?

 Miguel en un "cruzaito" de Fácil Tranquilidad


Finalizamos el día con una vía dura, Fácil Tranquilidad, 6c+, en nuestra opinión 6c. Miguel va de primero, Manolo y yo detrás en tope, no desaprovechamos la ocasión de tener la cuerda puesta para probarla, guapísima vía que te va a exigir lo mejor de tus gatos y de tus yemas.
Nuestra idea inicial era terminar el día con el V+ de la vía 3 (según croquis), pero el calor ya nos tira pal’ convento, bueno más que pal’ convento para las cervecitas que hay algo más abajo. Ya volveremos por aquí con algo más de fresco.

Datos técnicos.
Desde el convento de San Antonio de La Cabrera subir la ligera cuesta, no tiene perdida, desde abajo se ven tanto el Pajarito como el Cancho de la Ladera (también llamado Cancho del Fraile).

El croquis está en Escaladores de la Cabrera, si no me equivoco este es de Raúl Redondo.
Las vías que hicimos se pueden hacer con cuerda de sesenta, una decena de cintas, reunión y grillo. Opcional un alien (vía 2) y un friend pequeño (vía 1).
Como he dicho en el texto, el descuelgue de la vía 1 tiene dos parabolt sin argolla, hay que ir a la reu de la vía 2 para bajar. Cuidado con la maniobra de desmontar. La opción es rapelar de las argollas de la vía 2 pidiéndole al compañero que te fije un poco la cuerda que aun pasa por los seguros de la vía 1, de esta manera el péndulo está controlado y se puede desequipar.

11 junio 2015

Agujas de Valdemanco

Mis amigos me preguntaban que qué pasaba con el blog, que si lo había dejado; la respuesta era bien sencilla, aunque en esto últimos meses he seguido haciendo actividad, la causa principal de este pseudo-abandono es el encadenamiento ruinoso de lesiones, no salía de una y ya estaba metida en otra,… Ahora parece que ya voy saliendo, o al menos ya he aprendido a convivir con ellas, pues alguna creo que ya la tengo crónica. Para no forzar más de la cuenta me refugié en mi grado de confort repitiendo vías en escuelas para mí conocidas, con esto, salvo pasar un buen día entre amigos no había mucho más que contar… y menos a mí fisio, que por no oír sus reproches simplemente le decía que me dedicaba a dar “paseítos por la Pedriza”. Entre estos “paseitos por la Pedriza” destacan las visitas que últimamente hemos hecho a las Agujas de Valdemanco, este solitario paraíso de granito de alta montaña, donde abunda el musgo y el cerrado matorral, donde vive la nerviosa lagartija y el inmutable buitre. Aquí la tranquilidad y la energía entran por los poros por si sola, que mejor sitio que este para romper un silencio que ya me molestaba, que mejor lugar para recuperar energía.
Miguel, en el L1 del El Alpinista electricista, 6c+

* * *
De mis últimas salidas varias han sido por estas apartadas agujas, era agradable ver la progresión tanto física como mental que me daba este lugar. Recuerdo que la primera vez que subí, con el chorreo de lesiones a cuesta, casi me tumbó la pequeña subida de acceso, puede decirse que llegué a la base de las agujas moralmente derrotado y pidiendo árnica para mi rodilla, ese primer día me conformé con hacer tres vías de cualquier manera, me limité a ver como los demás disfrutaban de la escalada mientras mi alma intentaba buscar un algo entre las agujas que había perdido en el valle.
Por suerte no perdí la afición a la fotografía y conservo unos recuerdos de aquel día que ahora veo un tanto distantes.

Manolo en Rebeca, 6a+

Miguel en Gandalf, 6b

Fernando en el Muro del Sol, Vía Abejas, 6a+

Semanas después vino la segunda visita, creo que fue en esta cuando llegó el punto de inflexión, la subida me costó menos y aunque se notaba la falta de actividad, las lesiones no enturbiaron la escalada. A decir verdad apunto estuve de no ir, pues al oír el nombre de las vías que proponía Miguel: Directa Salcedo-Sanchez y el Alpinista Electricista a la Punta Laura, me entró el… “Y donde voy yo con este cuerpo a hacer semejantes vías”, los ánimos de Miguel me empujaron, y bueno, voy y hasta donde pueda me dije.
 Miguel, primer largo Directa Salcedo-Sánchez, 6b (mantenido) ¿6c?

Fernando, en el L2-L3 Salcedo-Sánchez

 R1 de El Alpinista Electricista, 6c+

Fernando, L1 de El Alpinista Electricista, 6c+

Excepcionales vías. Ese día, aunque en tope, Vlady, Manolo y yo solo hicimos una, La Directa Salcedo-Sanchez a la Punta Laura, mientras Fernando y Miguel hicieron también El Alpinista Electricista. Para esa única vía bien valió subir, fue la excusa perfecta para compartir cuerda y risas y por supuesto la posterior cerveza, también fue la excusa para olvidarme de las lesiones.
 Vlady, empalmando el L2 y el L3 de la Directa Salcedo-Sánchez

 Manolo, en el L2 - L3 de la Directa Salcedo-Sánchez


Menda en el mismo largo

Al día siguiente volvimos Miguel y yo a este paraíso de verdes placas y firmes regletas, fue una subida rápida donde las lesiones quedaron difuminadas por el entorno, hicimos cinco vías cortas, en este caso todas encadenadas de primero, disfrutamos de un día como hacía tiempo no lo hacía, en este lugar que cada vez significa más para mí.

 Cancho Moñiga, vía Merlayn, 6b


 Muro del Sol, El Quinto Elemento, V+
  Muro del Sol, El Quinto Elemento, V+
Datos técnicos y croquis: Vienen en la guía de Juan Luis Salcedo, La Cabrera, Agujas de Valdemanco. De Punta Laura en vía clásica hay un buen croquis. Por su parte Miguel me ha pasado este que subo:


En él se puede ver una tercera vía que dudamos que sea la Vía Casquet-Becquer-Vivanco pues inicia su recorrido por un espolón y está equipado con parabolts M-10.

Descenso de Punta Laura: Destrepando por detrás o rapelando por las vías, ojo la última reunión de la Directa Salcedo-Sánchez está un tanto vetusta, nosotros rapelamos de un cáncamo que hay algo más a la derecha, en una tirada de 60m. Según pone Miguel en el croquis se recomienda hacer la Directa Salcedo-Sanchez en dos largos pues la segunda reunión es un tanto incómoda, y el Alpinista Electricista en tres, pues las cuerdas corren mal arriba. El resto de las vías son de un largo. Las dos primeras vías de Punta Laura se pueden hacer con cuerda simple de 60

P. D. En este blog puedes encontrar algo más de esta zona.