30 noviembre 2015

¡Si las sabinas hablaran!

Hace años hice una larga excursión por la Pedriza con mi amigo Tapi, fuimos por intrincados caminos y semiabandonadas sendas, de aquello recuerdo una conversación. Tapi, que por aquel entonces llevaba más de cuarenta años andando por aquellos lugares, me comentó algo muy obvio pero que a mí no se me había pasado por la cabeza, se trataba de la evolución de los caminos. En su dilatada vida de senderista había observado como nacían, se ensanchaban, cambiaban de trazado o simplemente terminaban cerrándose por la vegetación debido al escaso tránsito.
Con las sendas verticales pasa tres cuartos de lo mismo, viendo fotos antiguas se puede ver su evolución. Algunas vías son cepilladas por los equipadores, quedan reluciente unos años hasta que la naturaleza y sobre todo su pobre transito las vuelven a embutir en zarzas y musgo, en cambio otras, en las que el equipador a lo mejor no se ha esmerado tanto en su limpieza, van evolucionando, no sé si a mejor o a peor, el caso es que con el tránsito va desapareciendo el musgo; arbustos, raíces y ramas van cayendo, los cantos se van rompiendo y la roca se va puliendo, y ahí siguen las vías, algunas incluso con anacrónicas graduaciones debida a la mencionada evolución.

Javi en la placa del 9 junto a un testigo de la evolución


P.D. La foto es del pasado sábado 28 noviembre, ya pasados todos los llamados “veranillos”. Javi no acostumbra a escalar sin camiseta, pero llevaba una térmica negra y el excesivo calor le hizo escalar sin ella, en la hablada evolución puede entrar también el cambio climático, como sigamos así la escalada de adherencia en orientación sur… por la noche y a la luz de la luna.

2 comentarios:

Vladimir Bustóf de la Sousa dijo...

Qué hay Antonio!

De esos caminos olvidados tuvimos hace poco Yago y yo sobredosis...una pena que se olviden ciertos "caminos" ya que muchas veces esos olvidados "secretivos" están abocados al olvido por la falta de divulgación y cuando alguien se anima o los encuentra de casualidad, están tan sucios que no se pueden hacer.

Nos vemos en breve en uno de esos "caminos" ;)

Abrazo!

Antonio dijo...

¡Hola Vlady!

Realmente lo que me sorprendió de esta placa era lo "limpia" que estaba, la recordaba con más musgo y liquen, con más ramas saliendo por sus fisuras, y quizás con algo más de adherencia.
Aunque esto último no es comparable pues la roca estaba caliente.
Devuelta a casa estuve viendo fotos antiguas, alguna incluso de tu blog, y efectivamente, vi que el transito de gente había evolucionado el sector.

¡Abrazos!