Hasta hace pocos años estos dos sectores eran secretivos, solo los conocían sus aperturistas, los amigos de estos y algún que otro montañero errante, poco a poco el boca a boca los va dando a conocer, se va leyendo algo de ellos en foros, se ven fotos en webs y blogs, incluso ya salen descritos en uno de los últimos números de la revista de la Federación Madrileña de Montaña, ya solo queda que salga en alguna guía para que se cierre el ciclo lógico del crecimiento de un sector.
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Sábado 3 de septiembre, salimos de Madrid viendo la sierra nubosa, no esperamos lluvia para hoy, pero viendo el nubarrón decidimos cambiar de sector sobre la marcha, cambiamos Peñalara por los Almonchones, en el rato que estamos tomando café esperando Manolo el tiempo empeora, al salir del bar vemos que está aun peor que antes, ya se ven cortinas de lluvia por las alturas, incluso han empezado a caer las primeras gotas en Cerceda.
¡Ya empezaaaamos como el invierno pasado!
Manolo se vuelve a casa, acaba de ser padre y seguro tiene mejores cosas que hacer, Miguel y yo decidimos pasar la mañana en la Pedriza bajo chubasqueros y paraguas, siempre hemos pensado que un paseito bajo la lluvia es mejor que darse la vuelta a Madrid.
Miguel no deja de decirme que hoy escalamos… y acierta!
La lluvia cesa al iniciar el paseo que nos damos de Casa Julián a Canto Cochino, elegimos sector mientras damos tiempo a la roca a secar, aunque este lo tenemos ya elegido desde hace tiempo, precisamente es uno de nuestro frustrados planes a causa de la lluvia de este invierno, el Pingüino y el Cancho Perru.
Tras volver a El Tranco por los macutos iniciamos rápidamente la aproximación, hasta la placa del 9 bien, pero de aquí para arriba las zarzas han crecido más de la cuenta, echamos de menos un machete malayo para progresar, nos ponemos en la base del Pingüino a eso de las 12:30, el cielo está encapotado y aunque la roca está algo húmeda se puede escalar.
Escalamos las cinco vías que hay en el sector central del Pingüino, justo donde está la gran chorrera negra, no se nos dio mal a pesar de ser la primera placa pedricera de la temporada, aunque el paso tonto del 6c, después de lucharlo un poco, lo tuve que acerar.
Seguidamente nos desplazamos al Cancho Perru, que está un poco a la derecha, allí hicimos un par de buenas vías, en mi caso tuve que pisar un par de chapas de la última vía, se me iba el gato, creo que ya debido a la subida de la temperatura de la roca… o a la falta de rodaje, no sé.
En cuanto a las fotos poco que decir, algún duendecillo quiso que no las hiciéramos, mi cámara se quedó en el brazo del sofá de casa, la de Miguel colgada de una percha y Manolo se llevo la suya de vuelta a casa, está claro que tenemos que volver por aquí para hacerlas.
Cómo llegar:
Desde el tranco subir por la senda que va a la placa del 9, una vez allí tomar “la senda” que sale por su derecha, enseguida aparecerá una placa negruzca con chapas, estas en el Pingüino, algo más a la derecha está el Cancho Perru.
Croquis:
Por la red he encontrado estos dos,
este de Ignacio Luján del Pingüino, aquí hicimos de la 6 a la 10, y
este otro de Vlady del Cancho Perru, aquí hicimos las vías 1 y 3 (de izq. a dcha.), en el zócalo superior de este último risco hay cinco vías más de grado ligeramente superior, hasta 6c.
Actividad realizada:
550. Bambara, 6a, M0
551. Junco, V+, M0
552. Pepinhos Brown, 6c, M0
553. Bergfalke, 6a+, M0
554. Yungurunga, 6a, M0
555. Pelirrojo bacilón, V+/6a, (leer nota)
556. Ántrax de palo, 6b+, M1
Nota: La entrada de Pelirrojo bacilón es fácil pero expuesta (hasta colocar la primera cinta)