Hace unos años tres amigos quisieron poner un broche de oro a un verano que ya terminaba, para ello eligieron una extraña y brumosa pared negra que uno de ellos conocía, ese día el destino quiso regalarles con un radiante cielo azul, quizás porque sabía que esos tres amigos simplemente iban a disfrutar de la vida. Al ver la pared los amigos se quedaron perplejos, estaba sucia y llena de vegetación y musgo, aun así la pared desprendía un extraño brillo que les atraía, no se resistieron, se pusieron cascos, botas y arneses, eligieron la vía y cogieron sus cuerdas, casi sin mediar palabra se metieron en ella.



2 comentarios:
Hola Antonio, ¿esa Montaña Mágica es la que solo aparece al final de verano en la bruma de las primeras luces de la mañana y que luego la fuerza de la luz del Sol difumina sus contornos y los caminantes pasan a su lado sin verla?. Yo tambien viví hace tiempo un dia como ese, tambien con dos amigos y prometimos regresar al final del siguiente verano, lo cumplimos y pared nos regaló una línea casi invible que conducia directamente a lo mas alto. Espero que todos encontremos nuestra montaña al final del verano.
Un saludo.
Gracias por tus palabras, ellas y tú hacéis grande a este blog.
Saludos
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