A
mediados de semana decidimos ir a trepar a Toledo, más concretamente
al Sector Cabezas, que está situado junto a la ermita de Nuestra
Señora de Sta. María de la Cabeza. Como viene siendo ya habitual en
estos últimos meses, según avanzaba la semana iban dando peor
tiempo, incluso el viernes, para la tarde del domingo, ya daban
alerta naranja por lluvias por aquella zona, aun así decidimos no
cambiamos de planes, pues pensamos que en caso de que se pusiera a
llover teníamos otras alternativas en la ciudad, sobre todo
gastronómicas. Además, teníamos claro que el sector tiene fácil
aproximación, ya que está cerca del aparcamiento y en caso de
lluvia podíamos salir corriendo,... aunque eso no nos quedó muy
claro en el viaje de ida.
Mamatocúmulos
*
* *
Domingo
26 de mayo, a mis amigos les había puesto sobre aviso de los famosos
“cactus asesinos” que rondan en las inmediaciones de la ermita,
los hay por todos lados, incluso entre las propias vías, les deje dicho, por lo que
pudiera pasar, que metieran en el macuto las pinzas de depilar de su
madre, novia o abuelita, por supuesto que mi observación no fue
tomada en serio, las pinzas no se las llevó nadie.
La ermita defendida por los cactus
Las espinas atraviesan los zapatos
Para
colmo nuevamente se cumplió la Ley de Murphy,… si hay dos caminos
elegirás el peor, efectivamente, para la aproximación elegimos el
que más cactus tenía, los afectados por los pinchazos de cactus
fuimos el 100% de la expedición, y en la mayoría de los casos por
partida doble, triple, cuádruple,… acabamos como los monos en los
documentales, quitándonos piojos los unos a los otros,... quiero
decir las espinas, incluso alguno se tuvo que bajar los pantalones
para que el compañero, de una manera casta por supuesto, viera si le
quedaban alguna espina en las cercanías de las corvas. :)
Tras
la desafortunada aproximación, que no vino mal del todo pues dos de
los expedicionarios son biólogos, y ya puestos, aprovecharon para
hacer un breve trabajo de campo, por fin llegamos a pie de vía. Después de las risas y las maldiciones correspondientes nos pusimos
a escalar.
Peri
Javi
Jose
Como diría Carlos Sobera: Arriba... Javi, abajo... yo
El grupo
Peri
Tras
calentar en un par de quintos toledanos se metió el calor, y con
este picando más que los cactus, se nos ocurrió subir un poco el
grado, nos metimos en un 6c que terminamos acerando, pues la roca
estaba ya demasiado caliente y los gatos se deslizaban con una
pertinaz suavidad, imposible mantenerlos en adherencia, así que
volvimos al quinto toledano y rematamos con otro par de vías con
generosas ñapas y variado regleteo, terminadas estas y “animados”
por las extrañas y amenazadoras nubes que había en el cielo,
decidimos dar el día por terminado en lo que se refiere a la
escalada.
Vista del río y de la escuela
Rematamos el viaje con unas cervecitas y algún que otro
producto de la tierra en la correspondiente terracita.
No
he podido resistirme a poner esta curiosa foto que siempre me ha llamado la atención, es de Vlady,.
Foto Vlady
Cómo
llegar: Lo describo en el
post de mi visita anterior de Toledo, pincha aquí, de todas maneras
el camino bueno es el que sale junto a las casetas de los focos que
alumbran Toledo, si no las ves al inicio de la bajada es que vas por
“el mal camino”, os recomendamos no empezar a bajar hasta que no
los tengas localizados.
Repito,
se baja por el camino que sale al lado de las casetas de los focos.
Croquis:
Este está sacado del blog de David Resino, paralelo 66, si buscas en
él encuentras más croquis de Toledo. ¡Gracias David!
Actividad
realizada: La marco en el
croquis, (29) el 6c es acerable, (por su izquierda hay cactus).
2 comentarios:
Aun tengo pesadillas con esas miradas fijas Antonio... :D
SAlu2
Y que lo digas Vlady.
El caso es que cuando los ves, allí tranquilitos en el suelo, parecen que no se meten con nadie. :)
Saludos
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